Quiero que este lugar sea un lugar de encuentro de las lindezas que nos ofrecen las compañías de telefonía móvil. La fotografía corresponde a la cara que se le puso a una mujer de cántabra que recibió de Orange una factura de 2645 euros por los 1767 sms que le habían enviado a su móvil sin su consentimiento. Imaginad, recibís mensajes que luego debéis pagar. Como es habitual en estas empresas Orange había llevado a esta mujer ante la justicia mediante un juicio monitorio, aunque finalmente y gracias a la decisión adoptada por la Junta Arbitral (a la que no siempre se someten), todo quedo agua de borrajas.
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